sábado, julio 31, 2004

¡A votar!

Mañana es el día esperado, 1 de Agosto del 2004. Concluyeron 64 días de campaña para unos largos, para otros corto. Lo dicho y lo hecho ya está es tiempo de decidir, decidir votando.

A las personas que no les interesa nada la política (que es muy respetable) siempre les he sugerido que de todos modos vayan a votar con un voto nulo, poniendo algún mensaje como: "Yo no creo en la política", "Todos son iguales", etc. El chiste es que pongan un mensaje para que los partidos presentes tomen nota.

Por mi parte siempre he votado por el PAN desde que cumplí 18 años, soy miembro activo del partido y desde el 95 he participado en las elecciones de alguna forma, desde encargado del PREP, representante de partido, funcionario de casilla y coordinador electoral.

Debo confesar que me emocionan las elecciones, días previos al 2 de julio del 2000 no podía dormir de la espectación. La jornada electoral aunque es larga, está lleno de altibajos emocionales, sobre todo al empezar a llegar los datos de las casillas, que decir cuando gana o pierde tu partido, la sensación de la victoria, el júbilo es extremadamente satisfactorio. La derrota es amarga y frustrante.

En fin, hay que votar bastante nos cuesta y nos ha costado (incuso con sangre) las elecciones como para no ejercer ese derecho. Hay que votar con alegría, con firmeza, es lo menos que podemos hacer.

lunes, julio 26, 2004

Fahrenheit 9/11
 
Teníamos toda la intensión de ir a ver el último documental de Michael Moore Fahrenheit 9/11 en un cine de San Diego (todavía no llega a México), pero pues oimos el comentario del cineasta que no lo importaría que vieran la versión pirata, así que Gabo la bajó de internet y nos pusimos a verla.
 
Es un documental bastante fuerte en sus imágenes y mensajes, básicamente se trata de como Bush y su gobierno dejaron que los terroristas de Al-Qaeda atacaran E.U., protegieron a prominentes saudi-árabes (familia de Bin Laden) y engañaron al pueblo americano para invadir Irak que nada tiene que ver en esto.
 
Empieza con el fraude hecho en el 2000 para que Bush ganara la presidencia (no me cabe en la cabeza como si oficialmente Al Gore tuvo más votos haya ganado Bush). Es impresionante ver como George W. se queda impávido al saber sobre los ataques a las torres, sentado con la mirada ida no sabía que hacer; cualquier persona se hubiera ido al instante para atender el ataque más grande que haya tenido E.U. en su territorio.
 
También hay una historia emotiva de una madre pro-militar que al saber de la muerte de su hijo se llena de ira y frustración porque ésta fue totalmente en vano, solo para enriquecer amigos de Bush (como Halliburton y el grupo Carlyle).
 
En ocasiones la película se vuelve lenta, es lo único que no me gustó. Como siempre hay dosis de humor, pero a final de cuentas queda un poderoso documental (que eso es) con un mensaje de Orwell: "Las guerras no están diseñadas para ganarse sino para ser continuas, con ellas se garantiza que el dominio de las clases en el poder continúe intacto".