Bitácora de Eduardo Arredondo
Mi frase favorita es de una canción de Serrat: "la vida te la dan, pero no te la regalan", en otras palabras uno paga por tener su vida, la cuota no es baja pero el espacio es privilegiado. He aquí una historia más...
viernes, septiembre 10, 2004
martes, septiembre 07, 2004
Malas palabras
Todos las decimos, unos más, unos menos. Unos las utilizan para enfatizar algo, otros la utilizan para degradarlo y otros solo para sentirse cool o aceptados. Cada quien tienes sus razones, sus momentos y sus palabras.
Porque hay de palabras a palabras. Me acuerdo cuando "güey" (no buey) era grosería, ya la dicen en la tele. "Mamón" la puso de moda los Hombre G hace unos años en la radio, "Culo" sí altisonante igual que "Puto", "Pendejo" o el sabroso verbo "Chingar".
Las malas palabras evolucionan.
Las organos sexuales automáticamente se convierten en groserías: verga, pucha, culo, etc. Los homosexuales y sexo-servidoras también: puto, puñal (se deriva de puto), mariposón, etc. Algunas veces palabras raciales también, curiosamente en México no se da mucho esto, pero gritar "nigger" en un juego de Basketbol te puede causar problemas.
Cada país incluso cada regíón tiene sus palabras, estoy seguro que hay miles de ejemplos de esto, a veces hay que tener cuidado con lo que uno dice, podría ser una mala palabra, un inocente "Tócame el conejo" (refiriéndose al músculo del brazo) puede llevarte a una bofetada en España.
Pero ¿cuándo usar una mala palabra? ¿son necesarias? si están en el diccionario de la Real Academia ¿siguen siendo majaderías?
Lo cierto es que son parte de nuestra cultura y tradiciones, yo creo que como todo el abuso es malo, pero a veces son necesarias decirlas o nos vienen naturales, por ejemplo, al darse un martillazo en el dedo. Mal usadas denotarán un bajo nivel educativo, obviamente.
Me sorprendo a constantemente encontrar usos para la palabra "chingar", Octavio Paz le dedicó un capítulo en el "Laberinto de la Soledad". Me encanta la palabra, le llamo una grosería comodín, se puede usar para todo: "un chingo de gente" (mucha gente), "no me chinges" (no te creo), "que chingón" (que bien), "es una chingadera" (no sirve), etc. Pero al lado de la palabra más sagrada para los mexicanos "madre", constituye el insulto más popular.
¿Cuál es tu grosería favorita?